La misión Grupo Misionero Marista del ISMA (Instituto Superior Marista) fue una gran bendición que recibió la comunidad de Icaño, junto a los parajes de La Costa, Lago Muyoj, Navicha, Yacasnioj, Vacasnioj, Puente Negro y comunidad educativo de la EFA Avellaneda. Durante la semana del domingo 11 al viernes 16 de septiembre trasmitieron la Alegría del Evangelio con la tarea de 70 misioneros que realizaron sus prácticas docentes.
A través del Proyecto de Prácticas Pedagógicas Misioneras, los estudiantes de los Profesorados Maristas de Buenos Aires entregaron durante la semana pasada lo mejor de su formación en las prácticas que realizaron divididos en grupos en las distintas escuelas. En cada escuela había profesores experimentados que eran guías de los practicantes más jóvenes. La Coordinación estuvo a cargo del Rector del ISMA Hno Silvestre Jacob y de la Profesora Norma Muñoz. Las prácticas se desarrollaron en la Escuela “Juan Narciso Gallo” Nº 800, en el Jardín de infantes “Reina Mora” Nº 243, en el Colegio Secundario “Hipólito Irigoyen” de Icaño, En la Escuela Nº 1.022 de Navicha, en la Escuela “Luis Bacaloni” Nº 1.078 de Lago Muyoj, En la Escuela “Jorge Washington Ábalos” Nº 502 y jardín de infantes “Mamay María” de Puente Negro, en la Escuela “Regimiento 18 de Infantería Nº 605 y Escuela Nº 442 de La Costa, en la Escuela “Esteban Echeverría” Nº132 de Yacasnioj, en la Escuela Nº 329 de Vacasnioj y en la Escuela EFA Avellaneda. En cada escuela todos los alumnos trabajaron con talleres muy dinámicos para aprender mejor y tener nuevos conocimientos. También se hicieron juegos muy divertidos, celebraciones muy animadas con cantos e instrumentos musicales y en cada escuela y en la parroquia se pintaron murales para trasmitir valores y dar vida y colorido a las paredes. Este año acompañó al Grupo Misionero un Sacerdote Dominico, Padre Rubén Lucero, que es profesor del ISMA. Además una Odontóloga de la Fuerza Aérea que realizó una campaña de prevención en la Sala de Primeros Auxilios de Icaño y en la Sala San Marcelino de La Costa y también recorrió todos los parajes capacitando en las escuelas a los alumnos sobre los cuidados para la salud bucal y donando cepillos y pasta dental para cada niño.
Además en la EFA Avellaneda, en la Capilla de Icaño, en La Costa y en Navicha se construyeron aljibes de ferrocemento de 6.000 litros para almacenar agua de lluvia con fondos donados por los misioneros y se fue capacitando a quienes quisieron aprender la técnica de construcción de aljibes de agua con ferrocemento.
El jueves por la noche hubo una Misa multitudinaria con Bautismos en el Club Atlético Icaño con la participación de personas de los distintos parajes, después se celebró una gran fiesta de la familia. En cada escuela se pudo compartir una excelente convivencia.
Fueron días de gran intensidad y de vivir la presencia de Dios muy cercana. Verdaderamente se vivió esta experiencia como un tiempo de crecimiento humano, espiritual y profesional. Se renovó y se recreó en los docentes y maestros el compromiso con su labor en la que infunden en los niños y los jóvenes los valores más bellos trabajando cada día con entusiasmo, con fe y amor. Se disfrutó, en los distintos parajes y escuelas, del contacto humano con la hermosa gente de Santiago del Estero, concretamente la gente de Icaño y alrededores, pudiendo aprender de su simplicidad, de su trabajo, de su generosidad, de su fe y amor a Dios, expresaron los visitantes solidarios.
El grupo misionero marista regresó a Buenos Aires el viernes 16 por la noche muy agradecidos por haber sido recibidos y acompañados por los directivos, docentes y familias de las distintas comunidades que los recibieron. Se realizaron prácticas muy buenas experimentando la maravillosa vocación de aprender y enseñar.
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