En un marco de fe y oración se desarrolló el domingo a la tarde la fiesta patronal en honor a San Antonio de Padua. La comunidad, como hace mucho no lo hacía, se volcó masivamente a participar, contando con la presencia de la intendente de la ciudad, jefe de policía y representantes de instituciones educativas e intermedias.
Desde la mañana, niños y jóvenes que reciben clases de catequesis y confirmación, trabajaron para dejar bien adornado al templo. Posteriormente a las 15,30, se comenzó a recibir a las distintas
comunidades religiosas de parajes y localidades vecinas que acompañadas con sus santos y virgen representantes llegaban a participar de esta importante festividad.
La gente comenzó a ofrendar flores a su Santo patrono, mientras comenzaba la procesión por las distintas calles de la ciudad que era acompañada con cánticos y banderas de ceremonias, donde
los dorenses se fueron sumando, tomando gracias y pidiendo por sus necesidades.
A continuación, el padre Benjamín Riccardi, tuvo a su cargo la oración y bendición a la comunidad presente que colmó la atención de los vecinos de la ciudad. Resaltó la obra realizada por Antonio
en su corta vida, donde fue de predicación y amor a Dios. Reflexionó sobre la unión y el compartir lo bueno para vivir en paz.
La fiesta finalizó con una chocolatada y baile de la academia Achalay Colonia Dora, con el agradecimiento a todos los que colaboraron.
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